Este imponente edificio se ha creado como una expresión escultórica llevada a la arquitectura, donde predomina el blanco y las líneas curvas que le otorgan suavidad a los cambios de plano. La piel exterior que envuelve a este pabellón, se transforma en uno de los extremos para permitir la unión con la naturaleza de tal manera que la vegetación y la arquitectura se funden en un mismo espacio. Nada más acceder al interior, los ojos del visitante se dirigen a un espacio central a doble altura que sirve de atrio y que nos lleva al resto de dependencias. La iluminación natural es un factor clave en este edificio para generar un interior cálido y muy agradable para trabajar y atender a los clientes como se merecen.
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