Desde nuestro estudio estudio de arquitectura de Alicante, nos dieron la oportunidad de desarrollar un proyecto destinado a Tentadero taurino en mitad de un paraje natural situado en el interior de la provincia de Alicante. Al tratarse de un proyecto destinado a un tentadero taurino en medio de la naturaleza, como arquitectos éramos conscientes de que el trabajo iba va más allá de la simple creación de un espacio físico. Este tipo de proyecto tiene una serie de implicaciones que van desde lo cultural y social hasta lo ambiental y emocional.
La tradición de la tauromaquia
La tauromaquia es una tradición arraigada en ciertas culturas, especialmente en España y algunos países de América Latina. El diseño de un espacio para el tentadero taurino implica respetar y celebrar esta tradición, al tiempo que se adapta a las necesidades y expectativas de los espectadores y participantes. Esto puede incluir la creación de espacios para la celebración y la convivencia, así como la integración de elementos simbólicos y decorativos que reflejen la historia y la pasión de la tauromaquia.
Tentadero en un entorno natural
La ubicación en medio de la naturaleza implica una responsabilidad adicional en términos de preservación del entorno natural. El diseño debe tener en cuenta la conservación del paisaje, la flora y la fauna local, así como la minimización del impacto ambiental durante la construcción y operación del tentadero. Durante el desarrollo del proyecto y la ejecución de la obra exploramos técnicas de arquitectura sostenible y diseño adaptativo para asegurar que el proyecto se integrase armoniosamente con su entorno.
El entorno natural proporciona una oportunidad única para crear una experiencia sensorial y emocional memorable. El diseño se basaba en aprovechar las vistas panorámicas, los sonidos de la naturaleza y la interacción con el paisaje circundante para enriquecer la experiencia de los espectadores y participantes. Además, se pudieron incorporar elementos arquitectónicos y artísticos que estimulasen los sentidos y fomentasen una conexión más profunda con el lugar y la actividad.
Medidas de seguridad en un tentadero taurino
Aunque el entorno sea natural, era crucial que el diseño garantizase la funcionalidad y la seguridad del espacio. Esto implicaba considerar aspectos como la distribución del espacio, la accesibilidad, los sistemas de evacuación en caso de emergencia y la infraestructura necesaria para la realización del tentadero de manera segura y eficiente.
Proceso de planteamiento del diseño
Arquitectónicamente, durante el proceso de diseño llegamos a la conclusión que la propuesta idónea para satisfacer todos los comentarios anteriores pasaba por «vaciar el terreno como si de un cilindro se tratara» con el objetivo de conceptualizar la inserción del ruedo del tentadero taurino y la creación de las gradas alrededor adaptándose al terreno por la diferencia de altura. Esta metáfora sugiere una intervención que es fluida y orgánica, donde el diseño se adapta y se integra con el terreno de manera armoniosa y natural.
Al «vaciar el terreno como un cilindro», se evoca la idea de crear un espacio cóncavo o hueco en el terreno, similar a la forma de un cilindro. Este hueco alberga el ruedo del tentadero, proporcionando una plataforma central donde tienen lugar las corridas. Al excavar en el terreno de esta manera, se logra una integración visual y física más suave con el entorno natural circundante.
La metáfora sugiere también que, alrededor de este «cilindro vaciado», se construyen las gradas para los espectadores debido a las diferencias de altura que se generan. Estas gradas se adaptan a la curvatura del terreno, siguiendo la forma del cilindro imaginario, lo que crea una sensación de continuidad y armonía con el paisaje. Además, al estar excavadas parcialmente en el terreno, las gradas pueden proporcionar vistas panorámicas del ruedo y del entorno natural circundante, añadiendo una capa de inmersión y conexión con el paisaje.
Por último, esta metáfora del cilindro vaciado sugiere una intervención que respeta y se adapta al entorno natural. En lugar de imponer una estructura rígida sobre el paisaje, el diseño se fusiona con él, aprovechando sus formas y topografía para crear un espacio que se siente como parte integral de su entorno. Esto incluye también la selección de materiales naturales y la adopción de técnicas de construcción que minimicen el impacto ambiental.
Materiales locales integrados
Emplear materiales de la zona, como la piedra blanca, para construir esta edificación en mitad de la naturaleza, puede tener múltiples beneficios y una gran importancia. Utilizar materiales locales garantiza que la construcción se integre armónicamente con el paisaje natural propio de la zona. La piedra blanca, por ejemplo, puede complementar la estética natural del lugar, evitando contrastes bruscos que podrían resultar visualmente discordantes.
Estos materiales disponibles en la zona, se reduce la necesidad de transporte de materiales desde otras regiones, lo que disminuye la huella ecológica y los costos asociados. Además, al utilizar recursos locales, se promueve la economía de la región y se fomenta el desarrollo sostenible. La piedra blanca, así como otros materiales locales, suelen ser robustos y resistentes a las condiciones climáticas propias del entorno. Esto asegura que la estructura del tentadero tenga una vida útil prolongada y requiera menos mantenimiento a lo largo del tiempo.
Además, la elección de materiales locales puede tener un significado cultural importante. Utilizar piedra blanca, por ejemplo, podría ser una tradición arraigada en la zona o tener un valor simbólico para la comunidad local, lo que añade un sentido de identidad y pertenencia al proyecto. Al evitar la extracción y el transporte de materiales desde otras regiones, se reduce la alteración del entorno natural y se minimiza el impacto ambiental asociado con la construcción. Esto es especialmente relevante en áreas protegidas o de gran valor ecológico.
El círculo, como forma geométrica, ha sido una solución arquitectónica utilizada desde tiempos antiguos hasta la arquitectura contemporánea. Su uso se debe a varias razones, entre las que se incluyen tanto consideraciones prácticas como estéticas.
Estructura de un tentadero taurino
El círculo es una forma que distribuye las fuerzas de manera uniforme alrededor de su perímetro, lo que lo hace intrínsecamente estable desde el punto de vista estructural. Esta característica lo hace ideal para la construcción de estructuras como cúpulas, bóvedas y arcos, que pueden soportar cargas pesadas sin necesidad de elementos de soporte intermedios.
Desde nuestro estudio de arquitectura en Alicante, consideramos que la forma circular diseñada para este tentadero taurino, permite una distribución eficiente del espacio, maximizando el área utilizable dentro de una estructura y minimizando la cantidad de espacio desperdiciado en esquinas o ángulos muertos. Esto ha llevado a la creación de edificaciones como teatros, auditorios y arenas que aprovechan al máximo el espacio disponible para los usuarios.
El círculo, al carecer de aristas y esquinas, crea una sensación de fluidez y movimiento en el diseño arquitectónico. Esto puede ser especialmente útil en edificaciones destinadas a actividades dinámicas o fluidas, como museos, galerías de arte o pabellones de exposiciones, donde se busca que los visitantes se muevan de manera natural a través del espacio. Además, el círculo ha sido utilizado en la arquitectura con propósitos simbólicos y ceremoniales desde la antigüedad. En muchas culturas, el círculo representa la totalidad, la eternidad y la unidad, por lo que su uso en la arquitectura sagrada, como templos y santuarios, puede tener profundos significados religiosos o espirituales.
Por último, la forma circular es considerada por muchos como estéticamente atractiva y armoniosa. Su uso en la arquitectura puede agregar un elemento de belleza y elegancia al diseño de un edificio, atrayendo la atención y generando una impresión duradera en los espectadores.